Comenzó con la cámara a los 18 años aproximadamente. Ese mismo año, le pidió a sus padres una cámara y así empezó con la fotografía.
García-Alix nos cuenta en el vídeo que prefería fotografiar a sus amigos, y hacer cómplices de la fotografía a los sujetos que posan. Cree que la verdad no existe, que es solamente un juego. No puedes ver realmente a una persona por la cámara, puedes ver lo que quiere expresar, su intención, pero nunca podrás verla realmente.
Con la idea que me quedo de Alberto García es que las fotografías son testimonios de momentos pasados. En el momento en el que las tomamos ya es una acción del pasado. Esta idea es muy triste,pero al menos con ella captamos el tiempo,y ese es el poder de la fotografía.
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